La cantante compartió unas imágenes de ella misma pero eran propiedad de una agencia de fotografía, que la ha llevado a los tribunales por derechos de autor

Fue a principios del pasado mes de enero cuando, durante la fiesta Amazon MGM Studios x Vanity Fair celebrada en el bar Marmont de Los Ángeles (California), Jennifer Lopez (55 años) publicó unas imágenes suyas en las que mostrada el outfit elegido para la noche previa a la gala de los Globos de Oro: un abrigo de piel blanco sobre un vestido lencero y como complemento un bolso de Chanel.
Unas fotografías que cuatro meses más tarde se han convertido en protagonistas después de que el reportero Edwin Blanco y la agencia de fotografía y noticias Backgrid Estados Unidos hayan presentado una demanda contra la actriz y cantante por una violación de derechos de autor, alegando que se han publicado en redes sociales sin su consentimiento y sin obtener ningún beneficio económico por su publicación.
Por todo ello, el fotógrafo y la agencia exigen una compensación monetaria de hasta 150.000 dólares (132.477 euros) por cada una de las imágenes -con un total de nueve, cuatro publicadas en la red social de X y cinco en Instagram-, tal y como informa el medio estadounidense ‘Billboard’. «El uso no autorizado de las imágenes por parte de la Sra. Lopez tiene carácter comercial, con fines de autopromoción. Por ejemplo, la Sra. Lopez utilizó las imágenes para destacar al diseñador de su ropa y joyas, aprovechando la publicidad del evento para promocionar sus afiliaciones al mundo de la moda y sus colaboraciones con marcas», destacó Peter Perkowski, abogado de los demandantes.
Esta no es la primera vez que Jennifer Lopez se enfrenta a una demanda de este estilo. En el año 2019 también pasó por los tribunales después de publicar en su perfil de Instagram una fotografía realizada por un paparazzi de ella junto a Alex Rodrígez, su entonces pareja. «Este litigio previo puso a la Sra. Lopez en aviso sobre los requisitos legales y las posibles consecuencias asociadas con el uso de imágenes protegidas por derechos de autor sin la debida autorización. A pesar de esto, la Sra. Lopez ha continuado involucrándose en conductas similares, demostrando un desprecio intencional por los derechos de autor de BackGrid a través de un patrón de conducta que socava los derechos de los creadores de contenido», ha aprovechado ahora el letrado para defender a sus clientes.