La llegada de Xi Jinping a Moscú fue recibida con una banda militar en el aeropuerto. De esta forma tan habitual comenzó en la tarde de este miércoles su visita a Rusia. Lo que sí es extraordinario es su presencia de cuatro días en la capital rusa. El líder de China es el principal invitado del presidente ruso, Vladímir Putin, a los festejos por el 80 aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial.
Xi asistirá este viernes, 9 de mayo, Día de la Victoria, al desfile militar en la plaza Roja, el principal acto de las celebraciones. Pero también aprovechará para consolidar la estrecha relación que mantienen ambos países.
Salvavidas económico de Moscú
Desde que los países occidentales impusieron sanciones a Rusia por su intervención militar en Ucrania, China se ha convertido en un importante salvavidas económico al que Moscú se ha agarrado con confianza. Antes del conflicto, el peso de las exportaciones de gas y petróleo rusos se concentraba en sus clientes europeos. Hoy China se ha convertido en su principal destino.
Según el servicio de prensa de la Presidencia rusa, “China ocupa el primer lugar entre nuestros socios comerciales, y Rusia ocupa el quinto lugar entre las contrapartes comerciales de la República Popular China (después de los Estados Unidos, Japón, la República de Corea y Vietnam, sin contar Hong Kong y Taiwán)”.
El año pasado, el comercio mutuo creció un 7,5 % (respecto a 2023), según la misma fuente, y alcanzó “un nuevo récord de 244.900 millones de dólares”, un 66 % más que en 2021.
Destacado “proveedor de recursos energéticos” a China
En las relaciones bilaterales económicas, la prioridad entre Moscú y Pekín es la energía. Rusia es “uno de los principales proveedores de recursos energéticos de China”, dice el Kremlin. Según los resultados de 2024, “China ocupa el primer lugar en exportaciones (rusas) de gas y petróleo por tuberías, el segundo en suministros de carbón y el tercero en gas natural licuado”.
Entre los asuntos económicos que las delegaciones de ambos países discutirán se encuentra el planeado gasoducto Poder de Siberia 2 (la primera tubería se inauguró en 2019), que podría añadir 50.000 millones de metros cúbicos de gas por año a las exportaciones de Rusia ya China.
Rusia y China cooperan, asimismo en proyectos de energía nuclear, industria automovilística (primer importador de coches chinos el año pasado), construcción naval o de aviones, altas tecnologías y hasta “la creación de una (futura) estación lunar científica internacional”.
Xi Jinping tiene previsto reunirse hoy con Vladímir Putin en la ronda de encuentros internacionales que el jefe del Kremlin mantiene esta semana con los dirigentes de casi 30 países que han aceptado su invitación para el Día de la Victoria, la principal celebración patriótica del año en Rusia.
Ucrania y relaciones con EE.UU.
Según Yuri Ushakov, consejero de Putin, entre los temas que tratarán se encuentran las relaciones con Estados Unidos, que Moscú intenta restablecer y que Pekín ve como se deterioran debido a la actual guerra comercial y a la campaña de aranceles del presidente Donald Trump, dirigidos principalmente contra el gigante asiático.
También hablarán de Ucrania, el conflicto más grave en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que comenzó en febrero de 2022 cuando Putin lanzó a decenas de miles de soldados contra su vecino y que ha entrado en una fase de tanteo sobre posibles negociaciones de paz tras el regreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos y su papel como mediador.
Este será el primer contacto cara a cara entre Putin y Xi de 2025, el tercero si tenemos en cuenta una conversación por videoconferencia del 21 de enero y otra telefónica del 24 de febrero.
El Ministerio de Exteriores ruso describió el viaje de Xi Jinping a Moscú como “uno de los acontecimientos centrales de las relaciones ruso-chinas de este año”.
Drones ucranianos hacia Moscú
Se espera que el presidente chino firme varios acuerdos de cooperación, lo que profundizará la relación “sin límites” entre las dos potencias, utilizando un término usado por ambos gobiernos en 2022.
Ucrania ha dejado claro que se opone a la presencia de Xi Jinping en los festejos de Moscú.
Antes del aterrizaje del líder chino en la capital rusa, Ucrania lanzó una oleada de drones en dirección a Moscú por tercer día consecutivo, lo que obligó a varios de sus aeropuertos a suspender varias horas su actividad.
En la parada militar de este 9 de mayo, también participarán soldados de otros países. Entre ellos, China, cuyo Ejército ha enviado una guardia de honor de 102 hombres para tomar parte en el desfile. Será el mayor de los contingentes extranjeros que se puedan ver por el empedrado del centro de Moscú.
27 líderes cercanos a Putin
En un mensaje que parecía dirigido a Pekín, el Ministerio de Exteriores de Ucrania conminó el martes a los países a no enviar a sus militares para participar en el tradicional desfile de la capital rusa. Argumentó que dicha participación va en contra de la declarada neutralidad de algunos países en la guerra, como es el caso de China.
Posteriormente, preguntado sobre los ataques aéreos de los últimos días tanto ucranianos hacia Moscú como rusos hacia Kyiv, un portavoz del Ministerio de Exteriores chino dijo en pekín que su “principal prioridad” es evitar un aumento de las tensiones.
Moscú anunció que a Putin le acompañarán durante el desfile 28 líderes mundiales. El número se queda en 27, después de que el Kremlin anunciara que el presidente de Laos ha cancelado el viaje tras contraer el coronavirus. Es la mayor presencia de líderes extranjeros un 9 de mayo en Moscú desde el comienzo del conflicto en Ucrania.
Además de Xi Jinping, destacará al presencia del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, del cubano Miguel Díaz-Canel, del venezolano Nicolás Maduro o del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, el único de la Unión Europea. También estarán tradicionales socios de Rusia, como los líderes de las exrepúblicas soviéticas aliadas, encabezados por el presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko.